El casco de bici es un elemento que aporta mucha seguridad cuando nos desplazamos sobre la bicicleta. Su uso es obligatorio en ocasiones específicas y aconsejable también en desplazamientos urbanos, ya que se trata de una medida de prevención importante. Una vez lo hemos comprado, la pregunta que nos hacemos es: ¿Cada cuánto hay que cambiar el casco para bici?
¿Tiene fecha de caducidad el casco de seguridad?
No hay fecha de caducidad, pero sí es posible determinar cada cuanto hay que cambiar el casco de la bici. Así, para determinar cómo saber la caducidad de un casco, lo que debes hacer es mirar su etiqueta en el interior, pues en ella se muestran sus condiciones de calidad y la fecha de producción.
Los cascos no tienen una fecha de caducidad definitiva, pero sí es recomendable cambiarlo cuando pase un tiempo prudencial, de tres a cinco años en función de su uso. A su vez, se debe realizar un cuidado de mantenimiento suficiente para alargar el tiempo de vida.
Además, tenemos que tener en cuenta cuando su empleo es obligatorio y los beneficios que nos aporta el casco de la bicicleta. Sigue leyendo esta guía de Kleta para saber más.
¿Cuánto duran los cascos de bicicleta?
Un casco de bici bueno puede durar en torno a cinco años, aunque si su empleo es muy intenso o se hace un mal uso, lo ideal es cambiarlo a los tres años. Esa es la recomendación principal de todos los fabricantes, que antes de comercializar sus productos lo exponen a controles y test de calidad. La duración del casco va a depender de su uso, factores externos como los cambios de temperatura, el grado de insolación y las precipitaciones.
Por otra parte, este tiempo solo debe ser tenido en cuenta en caso de que se conserve perfectamente, sin golpes ni incidentes. Hay que tener igualmente en cuenta que al transportar de un lugar a otro el casco de seguridad puede caerse o dañarse.
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¿Cómo mantener en perfecto estado un casco para bici?
Algunas señales nos hacen ver que ha llegado el momento de cambiar de casco. Si está dañado por alguna caída o golpe, es el momento de adquirir uno nuevo, si la carcasa, las cintas y las almohadillas ya están sueltas o no ofrecen suficiente nivel de seguridad, también hay que comprar un casco nuevo. Para evitar todo esto, algunos consejos de mantenimiento son de gran utilidad.
1. Lavarlo y limpiarlo tras cada uso, o al menos de manera periódica
El sudor es muy corrosivo y es posible que al llegar a casa después de usar la bicicleta, el casco esté sudado. Si no se limpia y se lava correctamente, con el tiempo se van desgastando algunas partes del casco, como las almohadillas o las correas de sujeción.
Una opción para retrasar este proceso es lavar y limpiar el casco de bici con frecuencia. El propio desgaste va a indicar cuándo es necesario renovar algunas piezas: cuando las correas del casco de bici queden sueltas y no aprieten lo suficiente y cuando las almohadillas del casco de bici estén desgastadas.
2. Conocer la fecha de fabricación
Si sabemos que un casco de bici tiene una vida media de entre tres y cinco años, un modo de saber cuándo hay que cambiarlo es conociendo su fecha de fabricación. Este dato suele aparecer en el interior, en una pegatina que debe incluir el sello de la norma EN 1708, que certifica la calidad del casco.
Recuerda, no hay fecha de caducidad para el casco de seguridad, pero sí recomendaciones generales de los fabricantes. De este modo, cuando toque renovar, optar por elegir un casco de bici bueno que se adapte a tus necesidades: uso de la bicicleta eléctrica, posibilidades de sufrir algún accidente, tamaño adecuado, etc.
Conocer en qué estado se encuentran las estructuras del casco
Un último factor a considerar para sustituir este accesorio de bici es el estado de sus estructuras, tanto internas como externas.
La externa incluye los sistemas de retención: correas, hebillas y la carcasa. Si algún elemento aparece dañado, con rasguños, con dificultad para el cierre, habrá que pensar en comprar uno nuevo. Además, no importa si es un casco de bici de un 1 año, pues si está dañado hay que sustituirlo.
Con respecto a las estructuras interiores, hay que observar con detenimiento que no haya grietas, que no esté desgastado y que las almohadillas estén en perfecto estado. El buen mantenimiento ayuda a aumentar el tiempo de uso del casco.
El casco para la bici es un elemento crucial para aportar la seguridad necesaria al ciclista, pero solo logrará esta función si se encuentra en perfecto estado. No hay fecha de caducidad fija, pero sí un tiempo prudente de cambio que varía entre los tres y los cinco años desde su fabricación.
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